La neurociencia hace referencia al estudio del sistema nervioso que incluye el cerebro, el cerebelo, el tallo cerebral, la médula espinal, las raíces nerviosas, los nervios periféricos y la unión neuromuscular. Aunque esta definición es bastante simple, la complejidad del sistema nervioso no lo es. El astrofísico y divulgador de ciencia, Neil deGrasse Tyson, así lo manifiesta: “todo lo que hacemos y cada pensamiento que hemos tenido es producido por el cerebro humano, pero exactamente cómo funciona sigue siendo uno de los mayores misterios sin resolver y parece que, cuanto más investigamos sus secretos, más sorpresas nos encontramos”.
Inicialmente, la neurociencia fue considerada como una rama de la biología. Sin embargo, esta resulta ser una ciencia transdisciplinaria, tanto como resulta la vida misma. Aunque el lenguaje de la ciencia es la matemática, no podemos entender la vida sólo a través de los números o de la biología, hay varios aspectos que escapan de su comprensión y por tanto se requiere de otras áreas como las ciencias socio-humanísticas, tales como la sociología y la antropología. De esta forma, los neurocientíficos pueden abordar la neurociencia desde la biología, la medicina, las ciencias puras y la ingeniería, la filosofía, la sociología, la lingüística, la psicología, el arte y en realidad desde cualquier área del conocimiento. De hecho, conocer cómo funciona el sistema nervioso sólo se podrá lograr a través de trabajos colaborativos, inter y transdisciplinarios.
El Dr. Stanley Prussiner, ganador del premio Nobel de medicina en 1997, resaltó en uno de sus discursos que la neurociencia es, por mucho, la rama más excitante de la ciencia, porque el cerebro es el objeto más fascinante del universo, además que cada cerebro humano es diferente y el cerebro hace a cada ser humano único y define quién es. Pensar, razonar, discernir, recordar, amar, odiar y cualquier actividad que podamos imaginar se sustenta en el funcionamiento del sistema nervioso. El famoso detective londinense Sherlock Holmes, personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle, le decía a su fiel amigo John Watson que él era un cerebro y el resto de él era un mero apéndice. Todo lo anterior se traduce en qué conocer el sistema nervioso no sólo es una actividad de interés para los científicos, también resulta de gran valor para todas las personas, ya que sólo si comprendemos cómo funciona nuestro cerebro y cómo podemos mejorar o empeorar su funcionamiento, podremos generar cambios positivos en nuestras vidas. Lo anterior, no puede ser resumido de una mejor forma que como lo hace Dr. Facundo Manes, neurocientífico argentino, en el título de una de sus conferencias «conocer nuestra mente para vivir mejor».
Este módulo estará dedicado a la divulgación de diferentes desarrollos de la neurociencia, algunos contenidos exigirán un alto grado académico, aunque la gran mayoría tendrán una introducción que podrá ser entendida por cualquier persona con curiosidad por el tema.